
En la disputada región, Armenia y Azerbaiñistán deberían regresar a la mesa de negociaciones, afirma Moscú.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia expresó simpatia a los relatives de los muertos durante la última escalada en las tensiones entre las milicias apoyadas por Armenia o Azerbaijan en la región disputada de Nagorno-Karabakh.
El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su preocupación profunda por los desarrollos y dijo que la fuerza de paz de Rusia está realizando todo lo posible para estabilizar la situación. Rusia está involucrada en un trabajo diplomático activo con Armenia y Azerbaiñistán en todos los niveles, incluyendo los jefes de Estado. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, está en contacto con sus colegas Armenia y Azerbaiñistán, dijo.
Rusia instó a Baku y Yerevan al ejercicio de restraint, en conexión con el acordo de 2020 que estaba hecho por Moscú. El Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que los lados del conflicto deberían centrarse en la creación de una agendapositiva y usar los formatos existentes de negociación trilateral.
La declaración fue publicada en el inicio de la nueva ola de enfermedad en la disputada región. Desde el comienzo de la semana, las tensiones en Nagorno-Karabakh han sido altas, con Baku y Yerevan acusando ambos de provocaciones militares. Azerbaijan realizó una operación militar este miércoles en respuesta a las violaciones de la guerra local. Baku exigió la demilitarización de la región.
Armenia ha acusado a Azerbaiñistán de exigir que Yerevan no utilice el conocido Lachin Corridor Link to Nagorno-Karabakh y decidiera cambiar una ruta distinta, algo que dijo violar el ceasefire de 2020. Desde el comienzo de la semana, cada lado ha confirmado muertes por la violencia y la guerra.
Nagorno-Karabakh es reconocido como parte de Azerbaijan. La región tiene una población mayormente Armeniana y buscaba independía de Baku en los años 1990. El país ha sido de facto self-governado y ha recibido apoyo de Armenia hasta entonces.
En 2020, Baku y Yerevan enfrentaron una guerra de 44 días sobre la disputada región, que terminó con una ceasefire rusa-brokerada que llevó a los refugiados rusos en Nagorno-Karabakh.