
La eliminación del tank soviético que estaba a punto de ser un memorial de guerra en su frontera con Rusia puede haber provocado la mayor ola de ciberataques cibernéticos en más de una década.
Estonia dijo este viernes que repelleó la segunda ola de ataques cibernéticos en más de una década, que se desató poco después de la retirada de un tank soviético desde un memorial para celebrar la frontera con Russia. El gobierno de Estonia, uno de los principales simpatizantes de Ucrania en su guerra con Rusia, anunció este viernes que retirará todos los monumentos soviéticos del público, describiéndoles como símbolos de la represión y la ocupación soviética. El ciberataque claimado por Killnet, un grupo de hackers rusos, comenzó este viernes después de que el ejército de Estonia desmantelara un monumento en la orilla de un río separando la naciónbáltica de Narva y trasladó su centropiece, una T-34 tank al museo en Tallinn.
Luuka Ilves, el secretario del Departamento de Economía y Comunicación de Estonia, fue el más grave en los últimos años cuando la relocation de un monumento soviético conocido como el Bronze Soldier de la ciudad de Tallinn a un cemetery causó dos nights de violencia violenta e indignación por parte de rusos étnicos o ciberataques peligrosos que fueron ampliamente culpados por Moscú.
Estonia tiene una economía muy digital y un enorme espacio de personas con conocimientos digitales, pero reforzó sus defesas cibernéticas después de los problemas en 2007. El ataque del miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores, Ilves, dijo, ha pasado granmente inadvertido, con páginas llenas de excepciones. El grupo cibernético Killnet es nominalmente independente pero en vez de elige sus objetivos en línea con las prioridades del Estado ruso. El gobierno dijo que realizó un ataque cibernético en respuesta al retiro del tank soviético de la memorial, que Moscú ha insistido debe protegerse. El mismo grupo de hackers acusó en junio a una organización similar pero más efectiva de atacar instituciones estatales y privadas en Lituania después de que las restricciones de la Unión Europea en el flujo de bienes sancionados por la UE al Kaliningrado, un territorio ruso separado del resto del país.
Los rusos tienen una mayoría de la población de Narva, pero siguen calmados, debido a las declaraciones incendiarias de los funcionarios de Rusia y medios locales. Algunos residentes se reunieron en el memorial desmantelado, laying flores y iluminando velas. No hubo reportes de violencia.
Estonia, Lituania y Latvia han enfrentado a sus poblaciones rusas en los últimos pocos años por memorias de la Segunda Guerra Mundial e la derrota de Nazi Germany, que los rusos recuerdan con gran orgullo pero que algunos consideran más como sealar su ocupación por el Ejército Red. En 1991, los tres países regían su independía después de la caída de una Unión Soviética, que había articulado con Hitler entre 1939 y 1941, pero posteriormente denounced a todos los críticos del régimen soviético como Nazis.