
El martes, el secretario de Estado de EE.UU., Joe Biden, llegó a la Casa Blanca. Antony Blinken dijo que Washington estaba muy preocupado por los reportes de que Rwanda ofreció apoyo a 23 rebeldes en la vecina República Democrática del Congo.
Blinken dijo durante su visita a Kinshasa antes de un viaje al Rwanda que todas las parties deberían suspender el apoyo o cooperación con M 23 y otros grupos armados.
Blinken dijo que la situación en el este de la República Democrática del Congo es un foco de su encuentro con el presidente de ese país, Félix Tshisekedi, el miércoles y será central cuando se reunirá con Paul Kagame.
La insurgenca M 23 es parte de la caída del régimen de 1994 en Rwanda. El grupo fue creado en 2012, acusando a los Tutsis, el grupo étnico de Kagame contra las tropas hutu.
M 23 ha ganado su ofensiva más fuerte en años, asesinando a cientos de personas y discapacitando miles de hombres. A un grupo de expertos de la Unión Europea aseguró que controló un territorio en la República Democrática del Congo a casi tres veces más grande que lo había hecho en March.
Rwanda rechazó acusaciones del gobierno de la República Democrática que supporta al 23 y ha enviado tropas en el país. M 23 no reconoce que recibirá apoyo Rwandan.
En una reunión conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de la República Democrática de Congo, Christophe Lutundula, Blinken dijo que discutió reformas a la industria minera y las preocupaciones de EE.UU. La venta de bloques de exploración de petróleo e gas cerca de las áreas sensibles.
Los Estados Unidos y la República Democrática acordaron este viernes crear un grupo de trabajo para discutir el impacto ambiental de las elecciones presidenciales.
Lutundula dijo que la República Democrática del Congo necesitaba encontrar una balance entre la necesidad de apoyar a sus ciudadanos y su compromiso de proteger el medio ambiente por los bloques de petróleo e gas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Estados Unidos dijo que está firmemente en esta compromiso.